marzo 01, 2010

La alegría de vivir

 

Este fin de semana me vino a visitar mi abuelita, cuando llegó dijo ¨No iba a venir pero me agarró la tristeza¨...

Mi abuelita perdió a su compañero hace 3 años, estuvieron casados por más de 50 años y recuerdo que cuando era pequeña los admiraba mucho por durar tantos años casados, me imaginaba que eran muy felices y por eso habían vivido tantos años juntos y procreado a 13 hijos...

Pero, crecí y me di cuenta de que las cosas eran diferentes, y de lo más triste de todo que mi abuelita nunca fue feliz...

Ella culpa a mi abuelito de su infelicidad, porque le falló como esposo, pero como padre y abuelo fue un hombre excepcional, enseño a sus hijos a ser fuertes, a trabajar, a respetar la naturaleza y a ayudar a quien lo necesite; y a los nietos nos consentía mucho, lo que le pedíamos no lo negaba, yo le decía que me llevara al McDonald´s, subía a su auto a todos los nietos que estuvieran y nos llevaba :)...

Lamentablemente a mi abuelita solo la hizo feliz el pasearse y visitar a las comadres, nunca encontró la felicidad en la convivencia con sus hijos o el hermoso cielo azul, ahora que ya está en su vejez, sin compañero, ya no encuentra que hacer, pues ni siquiera le gusta tejer o hacer galletas como a muchas abuelitas, y no quiere quedarse en la casa de ninguno de sus hijos, quiere estar sola y pensar en todas las cosas malas que le hizo el abuelo, porque nunca decidió ser feliz...