noviembre 10, 2009

Cuidado con los tramposos!




¿Alguna vez haz visto un animal y pensado "que lindo es lo voy a acariciar" y de repente te ataca? Pues algo similar resulta con los productos que compramos...

¿Hace cuánto tiempo comiste un rico plato de cereal? Fuiste al mercado escogiste del que más se te antojó  (chocolatoso, azucaroso, fibroso, con conejo, gallo o dracula tal vez), llegas a tu casa, tomas un plato, una cuchara, abres la caja, todo va bien, hasta que decides abrir el empaque de plástico...  OMG! La bolsa se rompió a la mitad y mi cereal está por toda la mesa! o_o, no eres el único al que le ha pasado, esos tramposos del cereal lo han hecho a propósito para que reemplaces tu cereal más pronto!

¿Te lavaste los dientes hoy? Seguramente despues de tu rico desayuno, agarraste esa pasta dental y cuando la presionaste para que saliera la pasta... Plack! La pasta está sobre tu mano y no el cepillo, es porque los tubos están más delgados y por más esfuerzo que hagas para que no salga demasiada pasta, sigue saliendo más de lo que quieres...

Tienes un antojo... Esa bolsa de papas se ve muy rica (y trae un regalito!), escoges la más grande porque tiene más papas... O no, esa bolsa es mitad aire... Cada vez tienen más aire y menos producto, ¿A poco no?

Y así podría seguir señalando a los tramposos (cuyos nombres no voy a mencionar porque ustedes saben quienes son)...

Shame on You!