“El perro de un hombre está a su lado en la prosperidad y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad. Sólo por estar al lado de su amo será capaz de dormir sobre la tierra fría, bajo la nieve y el soplo de los vientos del invierno. Acariciará con su húmedo hocico la mano, aunque ésta no le ofrezca alimento. Lamerá las heridas y las llagas que su amo ha recibido en su lucha contra el mundo cruel. Velará el sueño de su amo como si en vez de ser un hombre pobre fuera un príncipe. Cuando todos los amigos le abandonan, él permanecerá a su lado. Cuando las riquezas vuelan y la reputación cae hecha pedazos, es tan constante en su amor como el sol en su jornada a través de los cielos. Si el destino derriba al amo y lo destierra, sin amigos ni hogar, el fiel perro no pide mayor privilegio que el de acompañarle, evitarle los peligros y luchar contra sus enemigos. Y cuando llega el último momento de su existencia, y la muerte cubre al amo con su sudario y su cuerpo yace en la tierra fría, no importa que todos los amigos sigan su camino. Allí, junto a su tumba, se encontrará siempre el noble perro, con la cabeza entre sus patas, sus ojos tristes pero abiertos, su actitud de alerta vigilancia, fiel y sincero hasta la muerte”.
En su memoria...
hace casi 1 año que te fuiste...
te extraño todos los días...
1 comentario:
amooo a los perros!!!....
tengo una perrita que es la consentida de la familia, son super buenos!!
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