Por mi amigo

"The one absolute, unselfish friend that man can have in this selfish world -- the one that never proves ungrateful or treacherous -- is his dog. " -George Graham Vest

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El día de mi nacimiento, mi primo me regaló un perro de peluche, desde ese día los perros han sido parte de mi vida, aunque pasarían unos 7 años hasta que tendría uno de verdad.

Aun recuerdo el día en que nació, él y sus 6 hermanos, mi vecina me habló para que fuera a su casa a conocerlos, eran hermosos. Cuando crecieron un poco, ella me dijo que me regalaría uno, no me costó trabajo decidir cuál quería, pues desde el momento en que lo ví supe que era especial.

Estuvo viviendo un tiempo en mi casa , pero como hicieron algunas construcciones, ya no hubo espacio donde tenerlo, y un perro necesita su espacio, asi que mi vecina acordó que lo cuidaríamos entre ambas, eso lo cumplió en parte.

No era un perro muy juguetón como normalmente se cree que son los perros, era muy serio pero podía sentir su amor sincero por nosotros, pues aunque caminara lejos siempre iba con nosotros, todos los días se sentaba frente a la casa, cuando nos sentíamos tristes siempre nos miraba a los ojos, alejó a mas de un malviviente que quizo hacernos daño, y en los 13 años que vivió nunca nos dejó solos, aunque hubo razones para hacerlo en más de una ocasión.

Los perros son realmente seres fascinantes, con un amor noble y admirable, son nuestros amigos aunque no tengamos dinero, lo único que les importa es hacernos felices y lo único que necesitan es nuestro amor. Me duele mucho ver a los perros en la calle, por culpa de dueños que los quieren solo cuando son pequeños, cuando no son responsables de operarlos para evitar que nazcan más y terminen en la calle.

A toda persona que quiera tener un perro, le pido que reflexione primero si es capaz de cuidarlo, por favor no permitan que más perros sufran en la calle, ellos merecen algo mejor...

Los dejo con este fragmento de George Graham, sobre su perro Old Drum: ----

“El perro de un hombre está a su lado en la prosperidad y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad. Sólo por estar al lado de su amo será capaz de dormir sobre la tierra fría, bajo la nieve y el soplo de los vientos del invierno. Acariciará con su húmedo hocico la mano, aunque ésta no le ofrezca alimento. Lamerá las heridas y las llagas que su amo ha recibido en su lucha contra el mundo cruel. Velará el sueño de su amo como si en vez de ser un hombre pobre fuera un príncipe. Cuando todos los amigos le abandonan, él permanecerá a su lado. Cuando las riquezas vuelan y la reputación cae hecha pedazos, es tan constante en su amor como el sol en su jornada a través de los cielos. Si el destino derriba al amo y lo destierra, sin amigos ni hogar, el fiel perro no pide mayor privilegio que el de acompañarle, evitarle los peligros y luchar contra sus enemigos. Y cuando llega el último momento de su existencia, y la muerte cubre al amo con su sudario y su cuerpo yace en la tierra fría, no importa que todos los amigos sigan su camino. Allí, junto a su tumba, se encontrará siempre el noble perro, con la cabeza entre sus patas, sus ojos tristes pero abiertos, su actitud de alerta vigilancia, fiel y sincero hasta la muerte”.

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